En la Plaza de San Nicolás de Murcia descubrimos un espacio único llamado El Recreo. Un lugar muy molón en el que aprender a cuidarnos a través de diferentes disciplinas y actividades. Su directora, María Albaladejo, nos concede una entrevista para nuestro proyecto Murcia Mola y nos cuenta todos los detalles de El Recreo.
A continuación puedes ver algunas de las fotos de las instalaciones en las que se imparten muchos de sus talleres de arteterapia, fotografía o costura.
Creo que en clase también podemos divertirnos, y en el recreo hemos aprendido mucho. A los adultos se nos ha ido olvidando que ir a clase es importante, pero que el recreo es fundamental. Necesitamos jugar, hacer cosas con las manos, crear, divertirnos, descubrir, experimentar, crecer, evolucionar, compartir y hacer nuevos amigos. La vida nos está pidiendo a gritos nuestro ratito de Recreo…
El proyecto de El Recreo lo empezamos cuatro personas, y desde entonces han cambiado muchas cosas, pero la idea madre sigue intacta: combinar la terapia, tal y como todo el mundo la entiende, con actividades que tienen un efecto terapéutico y darle al cliente diferentes opciones para que elija la que necesita para sentirse mejor y desarrollarse. Por ello, creamos tres áreas entre las que se mueven todo lo que aquí hacemos: creatividad y aficiones, psicoterapia y crecimiento personal, cuidado corporal.
Acompañando así al adulto a desarrollar todo su potencial, ya que a veces la exigencia de nuestro mundo familiar y laboral, nos hace olvidar lo importante que es mirar y darle espacio a estos tres lugares para ser seres humanos sanos, integrados y felices.
La costura y la arteterapia humanista son los pilares sobre los que se sostiene El Recreo. Aunque también funciona muy bien el área dedicada a la voz, el sonido y la vibración, en la que tenemos a Enrique Martínez como colaborador de lujo y a mí misma.
El corazón de El Recreo es la arteterapia, y en torno a ella gira todo. Yo soy arteterapeuta humanista, terapeuta Gestalt y guía de meditación con la voz a través del canto armónico. Amo mi trabajo y las herramientas que utilizo para desarrollarlo. Me formé en Madrid, en la escuela de Elvira Gutiérrez, pionera en España, y traje mi formación a Murcia para acercar a mis vecinos y vecinas esta manera de conocerse y evolucionar con el arte. Trabajo la arteterapia también de manera individual y cada día me sorprendo de su capacidad de transformación en las personas.
La mayoría de mis clientas son mujeres entre los 30 y los 50 años, pero El Recreo no es un lugar exclusivo para estas edades ni para las mujeres, tengo adolescentes en las clases de costura y fotografía, así como abuelas en la formación de arteterapia humanista. Actividades como la meditación con voz, el feldenkrais o los cursos de foto, son las que llaman a más hombres. Y poco a poco, también van entrando algunos en la arteterapia y en la costura.
El Recreo es un lugar de actividades para disfrutar de la vida, pero no es sólo eso, también es un negocio pequeño, familiar, con mucho cuidado en los detalles, donde nos gusta que todo el mundo se sienta como en casa.
Cuando llego al centro, yo le doy un abrazo a las personas que trabajan conmigo y también a las clientas que se dejan (risas). Aquí nos abrazamos, nos miramos a los ojos, nos escuchamos, nos sonreímos y nos llamamos por nuestros nombres.
Cuando abrimos en septiembre de 2014, la prensa local lo llamó “Un lugar para ser feliz” y aquello me encantó, porque es así, no es un centro para hacer actividades, es algo más que eso, es un lugar para desarrollarse personalmente, descubrir tus potenciales y reconectar con el niño o la niña que fuiste.
Olvidamos darnos aquello que tanto nos esforzamos para que tengan nuestros hijos. Debemos escuchar nuestras necesidades e intentar sanar nuestras carencias. Los que ahora tenemos entre 30 y 50 años no tuvimos tantas oportunidades de desarrollar nuestra creatividad, nuestro mundo interior y eso ha castrado y apagado una parte muy importante de nosotr@s. Todos tenemos capacidades innatas para el arte, y podemos disfrutar creando cosas, aunque todavía no lo sepamos.
Este reportaje corporativo forma parte Murcia Mola, ya que es uno de los lugares de nuestra ciudad donde puedes encontrar un montón de actividades muy interesantes. Si conoces algún lugar de Murcia que debería inmortalizar no dudes en decírmelo, estoy abierta a sugerencias. ¿Hablamos?